Chihuahua, polo económico del norte
Hace unos días una servidora estuvo con la presidenta Claudia Sheinbaum, así como con compañeros gobernadores de diferentes Estados para firmar el acuerdo que convierte a Chihuahua y, particularmente a Ciudad Juárez, en un nuevo Polo de Desarrollo Económico del Bienestar, único en la frontera norte de México.
El Polo de Desarrollo que se impulsa desde Ciudad Juárez no es únicamente una plataforma de crecimiento financiero. Es, sobre todo, una estrategia integral para disminuir brechas, transformar realidades locales y crear oportunidades concretas para quienes más las necesitan. No se trata únicamente de industrialización, sino de dignificación de las condiciones de vida.
Hoy Chihuahua se coloca al centro de una de las apuestas más importantes del país en materia de industria tecnológica y conectividad regional. El Parque Industrial de Semiconductores en San Jerónimo, gestionado por la Promotora para el Desarrollo Económico de Chihuahua (PRODECH) en este año, representa un punto de inflexión para la frontera norte.
Este desarrollo aprovecha las ventajas del Plan México y los incentivos promovidos por el Gobierno Federal y por este Gobierno del Estado, con el propósito de atraer inversión extranjera directa y detonar más y mejores empleos para los chihuahuenses. En el Estado y en nuestra querida Ciudad Juárez estamos listos con macro localización y conectividad, factibilidad social e industrial, servicios de infraestructura y, sobre todo con el talento de los juarenses y el liderazgo industrial y comercial que hemos logrado en los últimos años.Con mucho orgullo podemos decir que, en el 2024, el Estado encabezó las exportaciones nacionales con más de 75 mil millones de dólares en ventas al extranjero.
Somos también el principal exportador automotriz del país, el mayor productor nacional de dispositivos médicos y líderes en la industria electrónica, con cuatro de cada diez circuitos fabricados en México. Pero este liderazgo industrial no tendría sentido si no se traduce en bienestar tangible para la población y esto solo es posible si estrechamos las perspectivas humanistas y la voluntad de trabajo.Por eso el Polo de Desarrollo San Jerónimo debe entenderse no solo como una plataforma económica, sino como una infraestructura para el futuro: para las niñas, niños y jóvenes juarenses que merecen crecer en un entorno de seguridad, oportunidades y realización personal.
Un ejemplo de esta visión es el programa de formación internacional que ya está en marcha: más de 200 jóvenes ingenieros chihuahuenses se preparan actualmente en universidades de Arizona, Texas, Michigan y Taiwán, con apoyo de este Gobierno del Estado, para integrarse a los sectores clave del futuro como la electromovilidad, dispositivos médicos, semiconductores y electrónica avanzada.
Estamos convencidos de que el Polo San Jerónimo, en conjunto con Phoenix, Arizona y Austin, Texas, dentro de la llama Ruta del Semiconductor, nos permitirá consolidar una región trinacional de proveeduría especializada para la fabricación de microchips, en donde Ciudad Juárez se alza como un punto estratégico.
Sin embargo, como gobierno humanista, no podemos dejar de atender las necesidades sociales. La frontera sigue enfrentando retos profundos como migración y la pobreza alimentaria. Por ello, insistiremos en que este Polo debe convertirse en una herramienta de transformación social; una plataforma desde la cual aterrizar los beneficios macroeconómicos en respuestas a esas realidades.
Para cumplir con este propósito, se requiere fortalecer la infraestructura clave. De ahí la importancia y nuestra solicitud a la presidenta de acompañamiento en la renovación del puerto fronterizo Jerónimo-Santa Teresa, la adaptación ferroviaria, la mejora de conexiones carreteras y el refuerzo de las capacidades energéticas. Estos elementos no son técnicos solamente; son las vías por la cuales llegará el desarrollo a quienes lo necesitan.
En Ciudad Juárez y en este Gobierno del Estado estamos listos. Y tenemos muy claro que crecer no basta, se trata más bien de para quién y para qué crecemos; ese quien son los que más han sido olvidados y quienes necesitan más justicia y más futuro.
Para un desarrollo y un crecimiento que dignifique las vidas, Chihuahua cuenta conmigo.
Maru Campos.
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