Un frente unido por la seguridad de las familias

En Chihuahua, esa convicción ha dado frutos. Con estrategias claras, coordinación estrecha con los municipios y, por supuesto, con la modernización y dignificación de nuestras corporaciones, hemos logrado reducir índices delictivos en distintas regiones, fortalecer la presencia policial en comunidades estratégicas y atender emergencias con mayor rapidez.

Estos avances son prueba de que, cuando el esfuerzo es compartido, los resultados se multiplican. Gracias al monitoreo en tiempo real que hemos logrado por la Plataforma Centinela, y a la coordinación de corporaciones a través de este ecosistema tecnológico, hemos logrado reducir índices de homicidio, extorsiones, robo de vehículo con violencia y sin violencia, así como robo a negocios, transportistas y casa habitación. Esta estrategia de seguridad que pusimos en marcha desde el inicio de este Gobierno Estatal hoy ya es una realidad que da resultados a los chihuahuenses.

Sin embargo, el reto de la seguridad va más allá de las cifras: toca fibras humanas, afecta hogares y pone en juego el futuro de nuestros niños y jóvenes. Por ello, hace unos días levantamos la voz juntos para decir no al fentanilo en Chihuahua.

El mundo entero conoce ya la devastación de esta droga: arranca vidas, destruye familias y fragmenta comunidades. Si bien en Chihuahua no tenemos un problema generalizado, debemos resistir a su avance. Por ello debemos mantenernos alertas, redoblar la prevención y cuidar, sobre todo, a quienes son más vulnerables.

En días recientes presentamos la estrategia estatal “¡Fenta No! Porque tu vida vale más”, un esfuerzo integral que articula acciones en cuatro ejes fundamentales. Entornos escolares, para llegar al 100% de primarias y secundarias con programas de prevención y capacitación docente. Población abierta y comunitaria, con intervenciones focalizadas, tamizajes masivos, atención temprana y monitoreo epidemiológico. Seguridad pública, con la capacitación de 500 elementos en

prevención y manejo de sobredosis, y con el fortalecimiento del programa Siempre presentes. Y, finalmente, el eje de Comunicación social, con mensajes claros y accesibles que lleguen a todos los hogares de nuestro estado.

Este plan no se limita al ámbito estatal. Instalaremos una mesa interinstitucional con gobierno, academia y sociedad civil para dar seguimiento a cada acción, y hemos estrechado la colaboración con autoridades de Estados Unidos. Estamos listos para firmar un convenio que nos permitirá recibir la donación de un cromatógrafo de gases, equipo altamente especializado para la detección de nuevas sustancias, con lo que reforzaremos la capacidad técnica de Chihuahua en esta lucha.

La seguridad es más que una política pública, es un acto de humanidad. Significa cuidar al otro, defender la vida y garantizar que cada joven pueda soñar con un futuro en libertad. Por eso, en Chihuahua estamos convocando a madres y padres de familia, a maestros, a líderes comunitarios y a los propios jóvenes: hagamos de esta causa un compromiso colectivo.

Estoy convencida de que, trabajando unidos, podremos decir con voz firme: en Chihuahua cerramos la puerta al fentanilo y abrimos caminos de esperanza.

Hoy más que nunca, la seguridad es una meta institucional y una misión compartida que exige la suma de voluntades. Y en esa misión, México y Chihuahua cuentan conmigo.